(Relato poético)
No sé si decirte que te amo o mirarte en silencio, como hago siempre.
No sé si llamarte para escuchar tu voz o esperar que me llames por algún motivo concreto, razonable, justificado, ridículo, sin fundamento, como sea...
No sé si seguir escuchando temas de amor, porque me hacen pensar en vos.
No sé si dejarme vencer por el sueño y dormir horas y horas para no pensarte, porque después ocurre que tu imagen me atormenta aún dormida...
No sé si hablar de vos, porque tengo miedo que mi voz delate lo que siento. Pero...¿qué es lo que siento?
Siento algo demasiado grande, demasiado importante, trascendente, profundo, arraigado y sublime para sepultarlo en el silencio, pero a la vez demasiado frágil, delicado, prohibido, misterioso, incomprensible, para exponerlo a la suspicacia de los otros. Por eso digo, otra vez, que no sé que hacer con lo que siento.
No sé si decirte que te amo o mirarte en silencio, como hago siempre.
No sé si llamarte por teléfono cuando no estás solo para escuchar tu voz en el contestador, como una adolescente enamorada. Y finalmente, como siempre, eso es lo único que hago.***