Para mover las hojas de los arboles,
estar junto a la naturaleza
volar junto a las aves
posarme en la mejila de una dama.
Para se la causa de un abrazo
que un suspiro se acople a mi,
la brisa que acaricia tu rostro
y transportar al cielo una oració.
A veces quisiera ser viento
y llevar este poema a tu oido,
un elegante piropo o un silbido
junto al olor de tu perfume
permanecio en mi mente y mis sentidos
y aun en las noches un fantasma resentido
transportarlo me pide a un mundo desconocido
para no sentirse incompleto ni aflijido.