Quisiera ser una pluma en tu almohada
para rozar suavemente tu mejilla,
de tu cara, discreta, una espinilla
a tu piel de algodón siempre pegada.
La luz azul quisiera ser de tu mirada
para fijarme en el cielo de tus ojos,
un te quiero dibujado en tus antojos
y una rosa roja en tu lunar pintada.
Ser de tus labios la sonrisa más lavada,
de morfeo en tus sueños el objeto de deseo
o una legaña al despertar en la mañana.
Más si convertirme en tu fantasía más soñada,
no es posible. No dejes que sea un cameo,
prefiero ser diadema de ti ¡mi diosa coronada!.