!Mírame!
Qué se yo de obtener,
aromas fuera de ti,
no soy galaxia perdida,
ni cenizas que golpean tus techos.
Mírame en tus ojos,
en tus libros viejos de costumbre.
Qué se yo de ser vecino de,
tu mares, y tus perlas profundas.
No te apartes,
si este es el lugar,
donde los cuerpos convalecen,
las vidas milenarias,
y las risas siguientes.
Mírame y allá donde los ayes me apuntan,
vuelve a ver mis aleteos en tu búsqueda,
que de ser así, seguirás amando.
Humberto Velasquez