Anoche la brisa se alzó de
mi piel, ligera, espesa, toda,
me dijo que buscara otro cielo
más allá de las sombras y las
dudas y los temores, que hasta
las lágrimas se sienten flores
cuando el amor las provoca,
que no hay silencio que sea espacio,
que si te siento conmigo, a mi lado estás.
Busqué en mis labios,
mi corazón retenía como un mar que
a su vez me sostenía, el viento de mi
aliento me empujaba a la deriva y te llamé,
sin nombre te llamé pero supe que eras TÚ
a quien llamaba, a quien mis ramas de
sangre acariciaban entre recuerdos,
¡no sé quien eres!, dije,
¡no sé quien eres pero TE AMO!
Hacia ayer subo,
mis besos se levantan enamorados,
no tengo nada sino apenas un dibujo de tu
cuerpo en mi cuerpo, como si estuvieses
dormida aquí en mis manos,
¡me tiembla la voz tanto como
tiembla mi nostalgia!,
¡no sé quien eres, no sé pero TE AMO!,
y se hace larga la sonrisa sobre tu pelo de campo.
No sé hasta cuando estaré repitiendo que TE AMO,
no sé quien eres, te escurres por las noches
entre mis dedos,
te conectas a mis horas,
no pasa momento en que no te vea pasar,
se empañan mis mañanas con tus encendidas auroras
desde tu libertad, ¿eres esa palabra que proyecta
mi boca o eres real?, ¿cabes en mi mundo o sólo eres fugaz?
Estar enamorado es encontrarle el nombre a la vida,
es la pausa precisa,
es el alma que se respira por encima,
es la razón de las heridas,
es la propia voz repetida hasta en soledad,
¡pero TÚ no tienes nombre y no sé, no sé!,
¡no sé quien eres pero TE AMO!
T de S
MRGC
Namaste