A DONDE VAS, POESÍA?
¿A dónde vas, Poesía,
Asomándote al alba
Con tus alas veladas?
No huyas más de mí.
Yo no sé qué es peor,
Si el fuego que calcina
Cada aliento del pecho con tu candente llama
O el vacío de hielo de tu ausencia en el alma…
Se esfuma lentamente tu luz evanescente,
Cerco ciego de luz, pájaro herido y lento,
Buscando un centro,
Un corazón
Despierto,
El arco tenso
De un amor en espera.
Si no supe albergarte,
Ni supe ser la diana de tu flecha viajera
Que espera anclas,
Que no puede vivir entre los pechos yermos,
Ni en corazones pétreos, endurecidos, muertos,
Ni en opacas miradas,
Que perdieron sus retinas de luz, de sueños,
De sueños
Que ya no tienen cupo en la matriz gestante
En donde fueron concebidos
Como haces de luz
Como puntos de azul luminoso, restallantes del color de la vida.
¿A dónde vas, Poesía?
Reconozco tu huida : vas dejando una estela
De jirones de espadas;
Forjadas en las fraguas de muchas lunas llenas
De muchas lunas claras:
Unas veces a los pies de los lechos insomnes
Otras veces al borde de unos pies harapientos
Tus juveniles pasos
.Y te vas y te vas,
Viajera enamorada que busca campanadas,
Carillón de cristal que el aire mece
Cabalgata de luces de los mil carruseles
¡Ay!:
Giras un día,
Giras al otro,
Y al otro giras,
Tu hipnótica canción
Tus múltiples canciones
Pero sordos están los humanos oídos
Por el atronador ruido de las ciudades,
Y tantas emociones estridentes
Que han olvidado el canto del silencio
El son de tus violines,
El mármol de tus atrios
Tu armonía.
Vuelve.
No olvides
Que siempre te ha acogido un corazón sediento,
Que te ha dado albergue un alma desolada
y algún amor en ciernes
Aquellos que en su duermevela matinal moldean tu nombre,
Y lo vierten en versos arrancados del alma
Sintiendo que se arrancan lo mejor de su vida.
Inocentes palabras como las margaritas.
Y los cielos azules con sus vuelos de pájaros.
La férrea voluntad de aferrarse a los sueños
Pese al sórdido crimen que anuncia el noticiero
y al invierno puntual que llega cada año.
Mi desolada voz
Se atasca en mi garganta,
Apenas
Logra ser un murmullo que se pierde en las sombras
Ruega que no me dejes en el tiempo infinito
De una desventurada estación sin amor,
Ese erial
De negros agujeros circunscriptos de sombras
Y cielos
Cenicientos despoblados de estrellas
No te vayas de mi
Dejándome en penumbras
Y rodeada de espectros que han perdido sus almas
En versos que se fueron. Y las lejanas risas
Que dibujaron bocas que celebraban besos,
No te vayas de mi
Ni dejes sin tus alas a todos los Poetas que circundan mi vida,
A todas las Poetisas que me dejaron versos como haces de luz,
Quedate con nosotros
¡Si!
Para siempre sentir tu belleza azul y brillante,
Para siempre mecernos suavemente en tu claro esplendor.
…Enseña los secretos
Para que la Poesía sea siempre nueva,
Recién nacida y fresca como el heno cortado
Y para que el aire se vuelva de cristal nuevamente
Como una campanada que resuena un instante
Como un grito de júbilo en un segundo de éxtasis.
Y en ti, todo.
Bésanos con tus besos de dulce escarcha grana
Torna a la vida tu lumbre de las cosas,
Bendice a los Poetas,
A sus prosas y versos que emanan como nardos
Las vestales fragancias que adornan tus altares,
Paz fragante, Poesía.
Aromadas palabras siemprevivas
Tus hijos,
Acaso tus amantes.
Que beben de tus pechos
Y gozan tus deleites en las noches
Solos entre tus sábanas.
Tus Poetas,
Que te abrazan acaso en un suspiro,
Tus Poetisas,
Que posan sobre ti su mirada estrellada
La casta doncellez desnuda de su canto.
A expensas de estar solos,
Te buscamos, Poesía.
A expensas de estar solos.
Te buscamos a tientas,
Te seguimos buscando
Con nuestras almas ávidas,
Te buscamos
Goteando flores de nuestras ramas secas,
Forjando a ciegas palabras de diamantes.
Te buscaremos siempre.
A expensas de estar solos,
A expensas de estar solos.
Y si no nos contestas,
Seguiremos oteando por los trigales vivos
De la estrofa y el verso tu fugitiva huella
Elevando a tu Cielo de numen que te guarda
Nuestras pupilas vastas,
Para que en albas claras en la cruz de unos brazos
Sigas siendo refugio,
Sigas siendo el milagro,
Que prodiga de pájaros el azul de los cantos.
Cristina Cammarano.
Para todos los Poetas y Poetisas de Poemas del Alma.