En lo profundo del mar
me sumerjo,
sueño que a mi vienes,
te espero,
invocando tú presencia al Cielo.
Las ninfas y hadas del mar,
nos han construido una casa,
de roca de cristal,
de luz y silencio,
de dulce viento y coral.
Ahí voy mi amor
siempre que puedo.
Ese sagrado y bendito lugar,
nadie lo puede encontrar,
es nuestro más íntimo
refugio secreto.
Cada día lo cuido,
lo embellezco,
para que quieras
conmigo estar,
nuestras almas cobijar,
entrelazarse, fundirse y amarse,
por toda la eternidad.
Sé que un día llegarás,
y dulcemente me besarás,
me descubrirás
rodeada de flores,
de luminosos colores,
con la calma
y movimiento de las olas,
en lo más profundo del mar.