Un día de favor me pediste
que por ti no escribiera
un poema de amor triste
mas es por ti que este existe.
No se como llegamos a este punto
en que momento, en que segundo...
dejamos de sentir aquel amor tan profundo
cuando llegó a su fin, nuestro caminar juntos.
En que instante, en que lugar
súbitamente me tienes que dejar de amar.
Quizás cuando me hice débil para verte fuerte
aquella vez que la tormenta anidó en mi mente.
Si, probablemente mi mirada se nubló
se me hizo imposible ya verte.
En mi misma mi corazón se encerró
en la turbulencia que creé quedé inerte.
La soledad y el silencio
de despertarme se han encargado.
Mi corazón creció se cansó de ser necio
con paso firme mi caminar voy forjando.
Aunque a veces por descuido
mi pensamiento vuela a tu lado
recuerdo tu trato conmigo
y continuo actuando como si nada hubiese pasado.
Hasta luego mi amor
aunque sigo en ti pensando
ya no siento aquel dolor
ni el miedo mi vida atravesando.
Este es el adiós
que no planifiqué para ti.
Pero es la voluntad del Señor
lo que nos toca vivir.
No deseo que regreses
pero te ruego que seas feliz.
Siempre que mis palabras necesites
búscame estaré pensando en ti.