Peregrina

EROS

 

 

 

Te has negado, Eros, 

a abrirme las puertas! 

Te has negado, Eros,

a acogerme en tu reino!

 

En porfía inútil vivo;

hay un aire de abandono,

hay un aire de silencio;

aún aguardo tu presencia

mi ansiado mensajero 

que llegues cual Cupido 

a otorgarme el Paraíso.