Mi reflejo no es más que algo extraño,
soy un extraño caminando sin los pasos,
mis pasos solo son una sombra de deseos,
he cabalgado en esta vida buscando añoranzas,
me ha envuelto el solitario destino
en un traje de misterio revela mi espejo.
Fueron sueños de primaveras en mi cabeza
el vagón de mil fragmentos rotos,
fueron los instantes dormidos en el pasado
como si el tiempo dejara que volviera a nacer,
fueron las desgracias mi amada compañera
la herida de las tristezas llorando mí derrota.
He contado mis errores como granos de arena,
he tachado mis virtudes erigiéndome en orgullo,
soy un cristal de vidrio astillado entre las rocas,
he vuelto a caer como vasija entre las piedras
y las lagrimas de sangre transluciendo mi semblante.
Ha vuelto a llorar el cielo lágrimas de granizo,
ha vuelto a caer la nieve enfriándome al amor,
he vuelto a creer que la nostalgia es mi amiga.
Mi alegría es una risa fingida,
reanimo a miles de rostros apagados
y estoy consumado en el dolor por extenso silencio,
soy el extraño perdido sin vista al horizonte,
ocultando errores en excusas desmedidas,
previniendo al futuro de un destino infortunio.
Soy la dulzura expuesta ante la gente,
soy la apariencia oculta en un disfraz,
aun en soledad un extraño mas,
desconozco mis palabras, mis hechos,
los pensamientos siguen siendo extraños,
atrapándome las dudas en eterno prisionero,
llorando en el vacio de un alma envejecida
desgastada en mi tormenta que aun es oscuridad.