Tú, te adueñaste de los huecos en mi mente; trepaste a la cima de mis pensamientos alcanzando la gracia de hacerme vibrar...
No hay tiempo, ni espacio, no hay horas del día que no te escurras sigiloso entre las pupilas de mis suspiros... Y es entonces cuando me recorres en puntillas, descalzo del alma misma, adentrándote en los resquicios de mis sentimientos.
Tú, me abrigas con el tacto de tu voz y tu silencio... Porque el día y la noche no es más que un vals que marca el compás de mis pensamientos en ti...
Trozos de prosa..
del Capitulo \"Solo para ti\"