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La piedra de la fuente...¿recuerdas?,
un deseo, el beso inocente.
Una mujer, las flores, la primavera,
las tardes que nunca olvidaré.
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Y el señor de la vieja guitarra...
sí, el que nos dedicó la bella canción,
¿se habrá muerto con su melodía?,
Yo a veces canto aquellos versos,
en serio, los canto en la ducha,
es que me hablan de ti...,
de lo mucho que te quiero.
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Nunca me dijiste tus deseos,
no ta hagas..., los de la fuente,
yo pedí sólo un beso...,
y me regalaste el cielo...,
¿de qué te ríes...?
ah, ya sé...,
se cumplieron los sueños.