Ese canto que yo canto
cuando veo el atardecer,
al cernirce los últimos rayos
del sol que cada día veo crecer.
Esa música que no es una canción,
sólo son notas en mi tiempo
sin las líricas correctas.
Veo el sol y me habla de poesía,
el firmamento entero me narra fantasía.
Quiero volar, quiero soñar,
quiero cantar hasta romper la soledad.
Y me deprimo, lloro cual lluvia
y espero ver al final el arcoiris,
pero los tonos del firmamento van cambiando
de amarillos a naranjas, luego a rojizos,
hasta pasar a aquellos lilas y violetas,
estrellas tímidas saliendo en el turquesa,
para llegar al azul, primero eléctrico,
y luego profundo, como un mar suspendido,
en ese vitral que parece infinito,
aunque Einstein lo desmienta,
y yo también lo crea vehemente.
Quiero pensar, que más allá hay mil sueños,
que no se quedan perdidos,
que no naufragan escondidos.
Quiero llorar, y desterrar esa tristeza.
Quiero cantar y escribir cien mil poemas,
que salgan volando al espacio sideral,
como avecillas y mariposas revoloteando,
hasta encontrar ese jardín que les dará
un alimento para llegar a ver un día mejor.
Y son lloviznas y son estrellas, mil lágrimillas
que he recogido en mi cuaderno,
junto a las rimas que aún no canto,
junto a la música sin letras.
- Mis Sentimientos