Cuando llegue al Seol
para dejar mi cuerpo y recoger mi esencia
viajaré con cítaras, viajaré con salterios.
Provocaré el encuentro
de las almas dormidas
buscando las nostalgias
en las lunas crecientes.
Volaré con alas prestadas de algún ángel
para abrigar ensueños
de manera silente.
Desataré mi llanto
y serán mis lágrimas cuajadas de estrellas,
de memorias fugaces perdidas en el tiempo.
Y volveré a mi orilla
sigilosa y sin miedo
para saber que siempre
me habitaron los los sueños.