josemi

ENVIDIA

Lo admito, envidio los labios que con tu consentimiento pueden recorrer cada espacio entre tus poros corporales, las manos que sin castigo alguno pueden descansar en el apellido de tu espalda, envidio aquel cuerpo heterogéneo a tu aparato reproductor femenino que como ladrón en la noche puede adentrarse en ti y explorar lo mas intimo de tu ser y humedecerse con el rio natural que emerge de ti y dormirse escuchando ese canto delatador del placer provocado por esos movimientos cadenciosos del vaivén de la cintura, sin duda alguna soy el envidioso.