A lo largo de este tiempo,
mi cuaderno ha vivido historias y cuentos.
En los momentos, más importantes él ha recogido todo lo que siento,
y lo ha grabado en cada hoja en blanco con negro.
Cada palabra me recuerda quien soy,
que si mi día se nubla, volverá a salir el sol.
Para que vea que no todo es malo y sea positivo,
me doy cuenta, que tengo un motivo por el que vivo y escribo.
Sigo ante todo lo malo que pase,
seguiré luchando aunque en el intento fracase.
Y si triunfo tengo a quién dedicárselo,
razón suficiente para mirar hacia adelante.
Antes de lograr algo, un paso debes caer,
aun sabiendo que atrás no puedo volver.
Pero pienso qué, si en mí mismo tengo fe,
todo podrá salir bien.
Eh aprendido del ayer,
que en cualquier momento todo puede suceder.
Piedras y palos de esta vida,
de esos de los que no te puedes proteger.
Siento, dentro,
de mi alma y de mi cuerpo que eh perdido el tiempo.
Pensando “¿Quién soy?”,
“¿a dónde voy?”, y ¡no sé!
Siento, dentro,
que eh llegado a este lugar, y no me arrepiento.
Intentando ser mejor,
de lo que un día fui.
No soy tu guía, vive tus sueños, de tus acciones solo tú tienes que ser el dueño, la vida es demasiado corta para pararse a pensar, hay que valorar lo que realmente importa.
Este es el fin, el fin de una trayectoria, este diario ha completado sus memorias, y este nómada sigue sin saber cuál es su sitio, quizás sea el momento de empezar desde el principio.