A esos que dictan “severos” la gravedad del discurso,
a ellos les digo…
“no saben lo que es la lengua”.
Esa lengua que estalla rebasando toda frontera,
lengua empeñosa, morbosa, que fustiga
explora, descubre, avasalla y guía.
Lengua, ya en alto o profundo
extendida al filo del zócalo del instinto.
Lengua generosa, oficiosa
de tibias humedades investida.
Lengua que alivia lo que el mordico graba.
Lengua lenguetona, calentona y convexa
democrática al cien por ciento.
Lengua sabrosa, olorosa
indistinta en distintas cavidades.
Lengua, cosita, suave, durita,
lengua que besa las labios ocultos de la PALABRA
del gemido, del aullido, del gatuno ronroneo
lengua puntita cunita cunnilingus lengua
Lengua horadona, putona, orgullosa lengua
al lamido proferido en mil lenguas babilónicas
sin emitir protesto alguno.
Totalmente indiferente al pavoneo
del que de “tanto saber…”
no sabe esgrimir su lengua ni sabe lo que se pierde!
Enlace original: http://sobrevuelosycaidas.blogspot.com/2011/07/mi-discurso-manifiesto-linguistico.html