Alexander J. Montero

Per se se han caído

Hacia tiempo divagaba en mi

la pluma de la locura,

ceguera truncada en ambición

de pétalos diformes de silenciosa cordura

que ambulante acompañaba a la flor

de escasa y seca ternura de luna.

 

Su filo bailaba en mi escribiendo

su letra de anémonas y de medusas

sin tempestad de viento de huracán

pero con las sogas de los perros

que amarran con rienda y galapago

sus abravecidas nucas.

 

Per se cedió su sed

per se se escapo de mil alientos

en una diligencia asaltada

de alcohólicos relámpagos que de azote

jamas dijeron su nombre ni olvidaron

su hermosa locura.

 

Per se, per se, la olvide

en un asalto de luces y amargura,

per se cedió su sed y me abandono

a la trenza de sus actos,

al amarre de su vida y su escritura.

 

Han recurrido al suicidio

los caballos que del mar rompen

y se hacen espuma, se han partido

con el frió sus labios y en su sueño

el se columpia en la luna.

 

Han caído, per se se han caído

per se se han caído, per se 

en olas de flores de canciones difuntas,

del rezar de mil llaves

en busca de la rima emparedada

en los ecos de la garganta del mar

per se se han caido todas y ninguna de sus lunas.