Robledo de Chávela, 17 de Abril de 2005
Hoy respiro el celeste azul del cielo,
el aire deleznable de estas encinas,
y disfruto de tu magnifica compañía,
mientras tus extensos ojos me miran,
entre esta naturaleza tan viva.
Y me das tu mano, la cual agarro,
con la certeza de que eres mía,
y el aliento que emana tu boca,
me invita al voluptuoso beso.
¡Gracias Primavera, por regalarme este día!
por dibujar esta tarde tan bella,
donde ha florecido la primavera.
Wicttor