Nuestras miradas se cruzan en el punto donde la energía nos une,
allí,
justo ahí
donde tus manos desnudan mi voluntad,
donde tus caricias derriban el muro de mi inseguridad,
donde tus besos enmudecen mi voz de protesta.
Me aprieto a tu piel,
donde mi mundo vibra,
donde mi alma se desprende,
donde mis sentidos te pertenecen.
Nuestra piel se funde, se mezcla, se ama, se reconoce, se pertenecen.
El tiempo se detiene, nos consciente, nos permite,
pero lo más importante no nos acosa..
solo somos nosotros: dos personas, un solo mundo,
una sola piel,
unidos por la pasión, presos de la lujuria
libres en la entrega de lo que sentimos;
no existe la cohibición, ni la prohibición,
solo somos dos amantes que entre sabanas,
gemidos, y caricias hablan, se entienden y se aman