Robledo de Chávela, 14 de Mayo de 2005
Hoy me despierto a tu lado,
siendo querido y amado
y ahora miro y estamos;
“los dos acurrucados”
Manteniendo la posición del abrazo,
eterno por el miedo a abandonarlo.
Pero que despertar me brindas,
como la flor de primavera,
de esa gota de roció a mi vera,
que me da vida y me despierta,
Sintiendo la mañana; ¡clara afable!,
y regalándome un despertar amable.
Y que dulce sonido son tus palabras,
para mis oídos “tan deseadas”
que como la mejor melodía,
y con el acorde perfecto,
conseguimos la bella armonía
brindandome el mejor día.
Wicttor