Bajo las uvas del verano
colgadas entre estrellas
y ampulosas de Luna
el deseo de una dama
detuvo una noche mi camino
por el sendero del parral.
Sin amor y con pasión
sus ondas encendidas
fueron pasion, fueron cancion
y fueron horas encantadas.
Labios, lengua y misterio
encendieron llamas en la noche...
...en la roca y en la carne...
...en la uva y en el brote.
No había poetas
ni rimas...no habia poesia
esa noche era lo sensual lo que valia.
Nos ofrendamos soberbio
nuestro deseo exuberante
en esa fiesta redonda
del hollejo y de la Luna
bajo la parra encantada.
No olvidaré esa noche
de amoríos sin amor
y de erotica devoción
por el sendero del parral.
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