Es inevitable no extrañarte,
en este viaje directo al olvido,
donde llevo impregnado tu recuerdo,
cada vez que no puedo soñarte.
Es inevitable no llorarte,
una lágrima indiscreta me delata,
este amor callado me arrebata,
la única oportunidad para olvidarte.
Es inevitable no dedicarte,
algún verso que de amor logro escribir,
así indefenso no puedo seguir,
sin voluntad de mi mente no puedo sacarte.
Porque este corazón es el culpable,
que no sabe más que solo a ti amarte,
y que puedo hacer si no dejo de recordarte,
es por eso que este poema es inevitable.