En urbano mapa, ya descolorido
por obra de un tiempo que se desvanece
contemplo una historia y su geometria
en sinuosas calles, triste, dibujada
en un epicentro magico, aquel barrio
arrimo las calles en esquinas burdas
y entre aquellos nombres de casual prosapia
señalo el destino una historia absurda
incontables noches con todas sus lunas
templaron su acero lunario en el igneo
mirar de esa niña que se consumia
en callada espera de amor prometido
lo llamo su amado, con fervor sincero
dibujo su imagen en sus ojos bellos
y en oscuro parque, ornato del barrio
unieron sus nombres con besos de fuego
la distancia inmensa lo llamo a su amado
con manto invisible lo oculto en su seno
y una luna enorme mirando a la niña
encendio en sus ojos un numen sin tiempo
en lucidos versos la niña tendia
un puente a su amado, hecho de poesia
con sentido acento su voz le vertia
y se desangraba en sus versos la niña
el volatil numen en su voz ardia
como una plegaria a deidad lejana
rosario de lunas rezaba la niña
y fue largo rezo sin respuesta dada
porque la distancia se ahondo entre palabras
en un viejo mapa de calles cansadas
contemplo su nombre, de verde trasfondo
en el viejo parque, ornato del barrio
murio la poetisa, a su amor cantando
y en el epicentro de aquel verde prado
derramo su nombre, igual que su llanto.