Ya me canse de escribir sueños que no leerás.
Me canse de aguardar tu palabra.
Esas palabras frías, cortantes como navajas.
Que pendiendo de un filo resbale y corte.
Tus ojos no me miran como antes me miraban.
Tendrás una nueva ilusión y estarás uniendo tus labios a los suyos.
Cada nuevo día, por mi parte visitare un amor distinto,
alagando romances olvidando esta amargura.
Te seguiré sin derecho para espiar tus pasos.
No voy a ser la chusma. De todos modos seré un sinfín.
Ni siquiera me jacto en llamarle poema
porque tengo en claro, ser un idiota jugando al poeta.