Si las miraramos alguna vez, nos romperiamos a llorar,
porque mientras nos cuentan cuentos y alegrias,
afuera el frio ruñe los huesos de niños sin vida,
porque mientras los corazones contentos duermen y sueñan
duendes de armas plateadas recolectan el impuesto del alma viva.
Si miraramos detenidamente notaramos la ironia,
y mientras el pobre baila en el lodo,
el rico bebe y come en la pista.
Si miraramos a lo oscuro, solo oscuro se veria,
porque no hay faros que oculten en carton en la esquina,
ni los fieles peregrinos y sus mascotas de golosina,
notarias como se ocultan las ponsoñas,
y como los heroes se convierten en golondrinas.
No verias ni poestas, ni ilustrados,
mas bien gozarias de la compañia de las damas de Fernando.
damas de hilo y seda, vestidas de muñeca,
damas que comen sonrizas, placer y vida.
No escucharias a musicos, no escucharias melodias,
solo el susurro susurrante de la noche,
y las calles de compania.