Es la verdad sospechosa en labios de los poetas,
Sus verdades son recetas de una mente caprichosa;
No se les puede creer, pues lo que ahora te afirman
Al otro día confirman que eso jamás pudo ser;
¿No será que metro y rima sus contenidos alteran?
Más valiera que escribieran en prosa lo que se estima
Es la verdad contundente; para dejar la medida
A los juegos de la vida o a ese mansaje inconsciente:
A villancicos ligeros o a sencillas cancioncillas
Para chicos y chiquillas, locuaces, pendencieros,
Que con los juegos contienen su instintivo proceder,
Y los ensayos escoger para juicios que no mueren;
Ahora yo no me imagino a una honesta enamorada
Que hoy puede ser cortejada y luego por el camino
Dejarla como olvidada porque ya otra es la elegida,
Ya otra será preferida: ella es ya peor que nada;
O que insegura escalera subir por estos peldaños
Que sólo fatuos engaños hay en su absurda quimera;
Moraleja en conclusión, es nunca en ellos confiar,
Es su arte el bien engañar y ofuscar el corazón,
Sin embargo Poesía eres mi genial amante,
No me importa el incesante rumor de la hipocresía:
Mi corazón es sincero y mis amores perennes,
En mi palabra tus bienes pintan lo que es verdadero;
Todas ustedes lo miran, siempre he sido sincero
Cuando quiero, quiero y muero, para nada me intimidan
Las amenazas del Cielo, el temor o la avaricia:
Amo la simple caricia cuando la brinda el anhelo …