¿Porqué me cuestionas?
¿No ves que yo también
fui buena persona?
Viví conforme a la ley
cumpliendo siempre las normas.
¿Porqué me señalas?
¿No ves que viví años
sin ser persona mala?
Ahora por solo unos días
que actué con saña
entonces me miras
con tu mala cara.
Yo fui bueno, casi inocente,
y fui blanco perfecto
de un delincuente,
que me arruinó por dentro…
Así de repente
brotó mi ira,
con ansias homicidas
para darle muerte
a quien arruinó mi vida,
y se fue sonriente.
Así cargué mi dolor
y quise sacarlo para siempre
entonces lo enfrenté,
la rabia, me hizo fuerte
y no fue a traición
sino de frente…
Y al tenerlo cerca
le di muerte.
Pero eso no aplacó
mi actuar demente
y busqué a sus secuaces
a ver que sienten
cuando habla el arma
de modo inclemente.
Los maté a todos
por ser delincuentes
sin pensar que aquello
por pura deducción
me convertía en bribón
igual que ellos.
Por eso amigo, no me cuestione,
no me hagas más infeliz
no vaya a ser que reaccioné
Y quiera también matarte a ti.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Maracaibo - Venezuela