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Una noche de lluvia
Mientras el cielo llora
Solo en la noche lo acompaño,
El frió me parte los huesos
Pero de aquí no me muevo.
Solo una lámpara ilumina,
La húmeda carretera
Donde a lo lejos
Veo una rosa emerger,
De las entrañas
Del réprobo pavimento.
¿Creciendo? ¡Si creciendo!
Donde decían que no
Se podía crecer,
Buscando incansable
La luz de la reina
Y del sol al amanecer.
Naciendo dentro del
Pavimento que la aplastaba,
Social o literal
Eso no importaba,
A veces imaginaba
Que la gotas de rocio
Entre sus pétalos,
Eran lágrimas de sufrimiento.
Pero hay estaba,
Firme e indeleble,
Risueña y decidida,
A ver el amanecer
Aunque la lluvia la arranque
De sus raíces,
Y el viento se robe
Su último pétalo de esperanza.
¿Por que yo estoy hay?
¿Bajo la lluvia?
Es otra historia,
Solo les puedo contar,
Que frente a mi hay
Una hermosa rosa.
Tan fuerte y tan frágil,
Con tanta vida y ganas de seguir así
De no rendirse hasta el fin.
Y de pronto
Un armonioso silencio,
No se escucho,
Una de sus hojas suavemente callo,
Se paro mi respiración
Al igual que el viento,
Y cada ruido no existió
Un pensamiento neutro
Un indescriptible instante… un momento.
Supe que ya sola no podía,
Caminando me acerque
Y con “mi Almá la cubrí”
Una espina me corto,
(Como Diciendo tu ayuda
No cesecito)
Pero no la escuche,
Era imposible, era una “flor”
La protegí hasta que
El génesis del amanecer se dio,
Y su primer rayo de sol
Seco las lágrimas de sus pétalos,
Y se abrió a la vida que le espero
Por lo que tanto lucho.
Carlos Polanco