Durante mucho tiempo la he observado
Y nunca me he acercado a hablarle
Solo la he mirado.
Muchas noches frente al espejo he practicado
La forma de decirle que me gustaría tenerla a mi lado.
Finalmente un día me decidí
Me armé de valor y se lo pedí
Le pedí que si ella conmigo quería salir...
Y no lo podía creer cuando ella con una sonrisa tímidamente dijo:
“si”
La espere a la hora acordada en la cafetería que habíamos quedado
Donde solían ir todos los enamorados.
Mire mi reloj,
una hora había pasado
Y ella aun no había llegado.
Todos allí me miraron pensando
A ese chico le han plantado.
Mire de nuevo el reloj
y dos horas habían pasado.
Poco a poco todas las parejas se habían marchado
Y a las tres horas,
la lluvia en la calle comenzó a golpear las ventanas indiscriminadamente
Y en aquella cafetería ya no quedaba gente.
Ella no apareció
y aquella cafetería cerró...
Volvi a casa cabizbajo bajo la lluvia
Sin saber porque no había aparecido
Buscando todo tipo de excusas para justificar su olvido
Y arrepintiéndome de haberla invitado.
Sintiendome engañado
como un tonto enamorado...