Hoy te noto triste.
¿estoy equivocado?
Soy tu reflejo en el espejo.
Respóndete tú mismo.
No, quisiera hacer un juego.
Yo pregunto y quiero
responda mi imágen.
Sí, entonces estoy triste.
¿Podrías decirme por qué?
Porque noto tristeza en tus ojos.
¿Mi tristeza te produce tristeza?
Mi tristeza también es la tuya.
Estoy triste porque
estoy pensando en mañana.
¿Qué me sucederá mañana?
No lo sé, pero tú puedes ayudarme
a encontrar la respuesta.
Mi tristeza, más que ella,
es miedo, mucho miedo...
¿De qué?
Del ignorar...más que ignorancia,
me produce pánico, temor, terror...
¿Tan imposible de solucionar es tu problema?
Aún no lo sé. No puedo responderte ahora.
¿Cómo podría ayudarte?
Sólo teniendo paciencia
y sabiendo esperar...
¿Qué es lo que debes esperar?
Lo mismo que tú...
esperar el día señalado...
el día de la decisión...
¿Mucho hay que esperar?
No, tan sólo unos días,
que a mí me resultarán interminables...
Tienes que ser paciente nada más...
Sí, igual que tú...
Entonces, miremos el futuro
con más optimismo...
todo llega a su debido tiempo...
¿acaso no eres un hombre de Fe?
Tengo la misma Fe que tú...
Entonces, tengámosla.
Mantengamos nuestra Fe.
Y aceptemos la decisión...
¿de quién podríamos decir?
El destino es el que decide.
Nosotros tenemos que aceptar
lo que él nos depare...
Entonces, recemos juntos...
Padre Nuestro, que estás en los cielos...
Derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 12/11/2013)