Crees que soy egoísta por no querer escucharte.
¿Pero qué hacer si no puedo amarte?
¿Hasta qué punto debo intervenir?
¿Hasta cuándo debes intentar resolverlo solo?
No quiero estar contigo, ni puedo leer tus cartas.
Ni me aburren ni me entusiasman tus palabras.
No deseo lastimarte pero debo sincerarme.
Crees que soy fría e indiferente, pero no es eso,
sólo he sufrido inconsciente.
No creo que sea bueno explicarte,
de cualquier modo nada cambia,
necesito mantenerme distante.
A tu manera de decir “congelada”, a la mía anestesiada.
¿Crees que soy egoísta?
Lo soy, debo estar del lado de mi corazón.
Cuando pueda amar sucederá
sin que me lo proponga llegará.
Me duele herirte, pero tengo que despedirme. Lo siento. Adiós.