La lluvia fue borrando tus palabras
frente a las cuales tanto tiempo estuve
arrodillado.
Ya no escucho en los ríos tu risa;
esos ríos que seguía hasta encontrarme con el mar,
con tu mirada.
La noche solo te hace más borrosa,
y el frío te congela
y te espanta.
Sed de mi sed,
hambre de mi hambre,
sueño de mi sueño,
te has ido.
Y yo también.
-LFLezama