orlando guevara

Mi sosiego arremetido

No volverás a escuchar mis latidos tan cerca

desvanecerse pueden los sentimientos

y mi pulso no abrazará más tus venas

el sirviente ocaso dejará las rocas constelarse

las mismas que una vez sirvieron inadvertidas a tu ventana.

 

No habrán más avisos de mi presencia

olvidaré esa flamante compañía que aguardaba

en silencios enlasados las miradas compartidas

y en los canticos de idilio quedará enterrada la esperanza.

 

No volverá en la justicia el odio arremetido

mi arrogancia dejará de nuevo de inspirarme

y mi boca sellada , no conspirará contra tu nombre

borrará las ideas de alabanza y en la callada soledad

quedará en secreto la voz que me acobarda.

 

No sembraré más angustias y desvelos

ni en los rincones de tu hogar podrán

permanecer mis recuerdos,

pues basta de camelar indulgente

y acorralar tu conciencia en ese juego de palabras.

 

No insitiré más con la burla del ensueño

ni verás más mi tosca algarabía

y las calles quedarán sujetas a mi olvido

en cada paso, en la lejanía

mantendré clandestinos estos versos

y mi espalda a tu mirada decidida.

 

No regresaré a pedir que tus oidos finjan

que tu boca se derrame de nostalgia

y en tus manos se dibuje el debil del viento

cuando intentas y la soledad no alcanza.

 

No hablaré de vanganzas ni rencores

y en el tiempo esperaré a que muera este dolor 

sin que tu voz sea testiga de este yerto corazón que hiere...

No perdonaré el nacer de mis errores

ni vacilaré de nuevo con mi destino

hoy permita que descansen mis penas

y devuelva mi sosiego aremetido.