Que no se rompa el amor, que no se rompa,
como se rompen las olas en la roca.
Que no se rompa la boca con la copa,
que si se rompan los labios, con el beso,
como se rompe la aurora al universo.
Que no se rompa el corazón ilusionado
de quién diario en su vida vive amado.
Que si se rompa el silencio del que calla,
que con su grito se rompan los cadenas,
para quedar libre de injusticias y condenas.
Que no se rompa la amistad del buen amigo,
en abrazos fraternales, siempre unidos.
Que se rompan las filas de la hambruna,
que germinen en los campos las semillas.
Que se rompa el secuestro, la violencia,
desaparezcan las bombas, la miseria.
Y en vez de armas, llevar como estandarte
la flameante bandera de la esperanza.
Que se rompa el llanto de los niños,
que sus bagajes estén llenos de cariño.
Que se rompa la soledad de los ancianos,
el miedo, la tristeza, se vayan de la mano.
Que no se rompa tu corazón y el mío
para que ellos puedan servir de nido,
a los animales, los más desprotegidos,
al ser humano, el que vive siempre errante,
marcando sus huellas discordantes,
el que no tiene estancia ni trazado su camino.
Que no se rompa la paz del mundo entero,
que respiremos cariño verdadero.
Que nos abracemos todos como hermanos,
sin distingos de razas ni de credos.
Que no se rompa, por favor, que no se rompa,
el pergamino donde mis versos plasmo.
Que no se rompa, por favor, que no se rompa
mi fe en Dios, en mi patria, en mi familia.
¡Que se rompan los odios y la guerra,
construyamos todos un camino de esperanza,
que nos lleve al horizonte, donde la maldad no alcanza!
Felina.