Compartiendo nuestras soledades,
terminando con una espera,
se presenta la esperanza,
esa que nos atrae,
que nos invita a descubrirnos.
Descubriéndonos uno a otro,
revelándonos sin caretas,
manifestando, expresando
nuestros sentimientos,
nuestras emociones,
lo que somos.
Todo esto,
me incita a soñar,
que en esta entrega mutua,
en este descubriéndonos día a día
sin acabar,
tú eres mejor
y yo soy mejor.
(Derechos reservados©2009)