Alexander J. Montero

Le temo, flor y tegumento.

Le temo porque sus ojos tienen arqueros,

una bomba en una gota de luz

espiral de querubes

y un corazón en su tauro pecho.

 

En el tallo de mi espina

se enroscan sus brazos y hiedras

sin flor ni sello, rima, beso o argumento,

monto pegaso y negro arriero.

 

Le temo a sus horas,

le temo a su espacio, su ley,

su día y su piel en rabia,

le temo porque puede quitarme el aliento.

 

Se sabe dios, ángel en llamas,

se sabe amor, el color rojo,

sexo y tulipán de sangre

vino bien catado, madera, amor,

amen y sal, calor y sufrimiento.