Le temo porque sus ojos tienen arqueros,
una bomba en una gota de luz
espiral de querubes
y un corazón en su tauro pecho.
En el tallo de mi espina
se enroscan sus brazos y hiedras
sin flor ni sello, rima, beso o argumento,
monto pegaso y negro arriero.
Le temo a sus horas,
le temo a su espacio, su ley,
su día y su piel en rabia,
le temo porque puede quitarme el aliento.
Se sabe dios, ángel en llamas,
se sabe amor, el color rojo,
sexo y tulipán de sangre
vino bien catado, madera, amor,
amen y sal, calor y sufrimiento.