Tanto tiempo sin escribirte versos
¡No tengo perdón de Dios por mi olvido!
Tú, razón de ser, diana de mis besos;
La única por la que pierdo el sentido.
Tantos años andamos amarrados,
que sin hablar, sabes lo que te pido.
¡Qué bueno estar tan compenetrados!
Que hasta cuando discutimos, me cuido
que nuestros cuerpos no estén separados,
por si tienes que curar al marido,
en nuestro lecho con besos y amores.
¡Es necesario sanar al herido!
Imprescindible bajar los ardores.
Recomendable tendido supino.
Allí acaban nuestros malos humores.
Y para terminar el desatino:
Dulce amante, amiga, compañera;
Pido al que diseñó nuestro destino
¡Gozar de la eternidad a tu vera!