Trataré en lo posible,
de no ser ya tan exigente.
Comprendo que lo que tengas
que hacer de aquí en más,
será tu propia decisión.
Ni siquiera he de sugerírtela.
Toma la decisión que quieras.
La que sientas.
Mi sentir, te lo expreso.
Nunca he dejado de hacerlo.
No quiero creas que soy un egoísta.
No lo soy. He sido demasiado exigente.
Ya es hora que lo reconozca,
para bien de ambos.
Tú, con tu carácter,
yo con el mío.
Somos dos distintas personalidades.
Pero así nos conocimos,
y así nos hemos aceptado.
Ya todo eso ha cambiado.
No siempre se vive con los mismos sentimientos.
Ellos a veces cambian, varían.
Debo aceptar la realidad
que estamos viviendo.
Pero... ¿y los sentimientos?
No son los mismos.
Toma la decisión que quieras.
No debo seguir viviendo
como si una nube bajara
desde las alturas
para cargarme y remontarme...
No, debo ser más realista.
Debo dejar de lado algo
de mis sentimientos,
dejar de ser un soñador...
A veces los sueños
son inalcanzables.
Y hoy, debo vivir una realidad.
La realidad de tenerte
o que no estés a mi lado.
Toma la decisión que quieras.
He de aceptar
lo que tú decidas.
Ya te he dicho,
que hoy, todo lo acepto.
Quiero que tú tengas paz,
y al mismo tiempo,
lograr yo la mía.
Hace unos días que no la tengo.
Ayúdame a obtenerla...
toma la decisión que quieras...
Derechos reservados del autor (Hugo Emilio Ocanto - 15/11/2013)