En un mundo de soles a media luz …
disimulados,
forjado a pura piel
¡rastros del alma¡
lejos del dedo acusador.
¡Digo que te quiero!...
Y te vuelves frágil al dorso de mis manos
entregado y pequeño como un niño dormido,
te miro amor …y huyen,
aves negras de tu pecho,
en este aposento de ternuras
me ofreces el milagro de tus santos ,
las rosas consagradas al deseo.
¡Digo que te quiero ¡…
Y quemamos historias de cadenas,
de alamedas trituradas por la sierra,
desatando los nudos que nos atan ,
donde el suave arpegio de los sueños
Asciende a la gloria en nuestros labios.
¡Digo que te quiero!...
Y naufrago al fondo de tus ojos
en tu boca soy violín sin cuerda alguna
rezo tu nombre como un romero ciego
invocando al sol,
me abro camino por tu espalda
como una antorcha inflamada por el viento
¡Digo que te quiero!...
Y liberamos las nubes del llanto
la trova de los ríos cuando bajan al mar,
entonces, todos los abismos acuden
al nacimiento de lo infinito,
de este amor de cuerpo entero, cuando yo.
¡Digo que te quiero!...
Alejandrina