Para mí, es el más cruel invierno,
Porque ya no está la luz de mis ojos.
Las hojas de los árboles se visten de amarillo
ya se desvisten de su color verde.
Para volverse a vestir en la futura primavera…
Pero para mí, no habrá más primavera,
me quedaré en el invierno de tu ausencia.
Las lunas se fueron sin tu risa.
De los soles, su calor no me da más.
Te fuiste con el vuelo de los pájaros
sin prisa, sin regreso y sin mi vida,
la que dejaste vacía de tu amor.
Hubiera querido volar a tu lado,
para marcar la ruta de mí vuelo,
pero no hubo salida a tu encuentro
y me quede sin ver tus ojos negros.
Me sentí morir sin ti.
Con mis labios fríos sintiendo,
los tuyos en los míos…
Y un adiós sin regreso.
Era de noche y en mi lecho,
lloré mil lunas sin tu abrigo.
Y sin los besos míos que tuve
tantas veces, en madrugadas frías.
El reloj no marco la hora de tu adiós,
sólo me dejo sentir tu corazón
que dejó de latir…
y el mío sintió tu despedida.
Para ti, no habrá más inviernos,
ni noches vacías en el lecho de amor.
Tus ojos no volverán a llorar soledad,
y tu alma no me volverá extrañar…
Pero la mía sin ti, no puede vivir
y vivo el más cruel invierno
desde que no estás aquí…
Pero estoy feliz porque dejaste de sufrir.
(Dedicado a Salvador a siete meses de su partida)
Alicia Pérez Hernández
-No es la pluma la que escribe es el alma-
Y yo me iré... y me recodaras mi dulce ali
¿Me recordarás, caminos haciendo?
Vendrá el alba a clarear tu ventana.
De primavera será la mañana.
Caerá la nieve, blancor teniendo.
¿Me evocarás por \"interné” escribiendo?
La alondra cantará por la besana.
El acebuche dará brisa sana.
El río seguirá rumor riyendo...
No estaré, que la vida se me ha ido.
Escrita mi voz será en el papel.
Dirá el ave en mi ventana su llanto.
El aire resonará entristecido...
Aromarán las flores del vergel...
¿Vendrá a tus ojos apenado llanto?
-Por mí, que te quise tanto, dulce ali-
(Salvador 5-7-10- Granada)