Tarde, pero por fin he comprendido,
Que en tus brazos ya no hay acomodo,
A tus pies he dejado todo,
A tu lado de todo he vivido.
No pienso recuperar el tiempo perdido,
Siempre creí que serías la mujer de mi vida,
Hoy comprendí que nada he obtenido,
Solo una profunda e incurable herida.
Herida que llaman amor,
Herida que te roba la vida,
Te carcome, te seca, produce dolor,
Herida que sale cuando se olvida.
Me voy de tus brazos, de esta faz,
Que no puedo compartir para nada,
Lejos de aquí he de buscar mi paz,
Que perdí cuando me tropecé con tu mirada.