Mi cuerpo esta herido
por infinidad de balas
recubiertas de inviernos masculinos
Tu también disparaste,
directo a mis horas,
pero desde un sol
abrazador de materno desierto
Un disparo
Que atraviesa mi conciencia…
…te buscaré
para saborear de tus labios mi venganza
Tuviste que robarme el alma
para saber que la necesitaba,
y aunque sé que volviera
te extrañaría eternos instantes
Pero ya no viene como antes,
viene con tu olor a café y vainilla
impregnado en sus palabras
para bañar mis horas.