De ojos claros como el sol, su sola mirada me da calor, en sus labios siempre encuentro una sonrisa que me llega de golpe cual dulce brisa, es amante es amiga, es mujer y a la vez tan niña.
Mi mayor tesoro ella lo es, y mejor que nadie sabe que es la dueña de mi querer, en sus brazos encuentro abrigo y refugio en su piel por eso noche y día junto a mí la quiero tener.
Ni en sueños me la hubiese imaginado así siempre linda y toda para mí, si en la vida aprendí a ser feliz es sólo gracias a ella que siempre está aquí.
Por las noches sus ojos son dos estrellas que iluminan mí camino, ahora lo se bien ella es mi destino, de ojos claros como agua de río que a diario destilan para mí cariño.