Sin poesía
la luna solamente es la luna,
¡poesíame!,
¿quién no tuvo alguna vez un amor?,
¿quién no acarició una flor
y gozó con su aroma?,
¿quién nunca habló con su sombra
y la llamó por su nombre?,
¡recuerda!,
las manos danzan salvajes cuando las convoca
el corazón, el sol siempre es decir ayer,
cuando se espera ese instante que no se olvida.
Que mi poesía rechace los relojes,
que tu poesía desnude mi sangre y me ampare,
y a cobijo del fuego de tu cuerpo,
me abrace, y convulsionando toda mi piel
frente al futuro, suspire,
humedeciendo mis únicas palabras,
todas mis mariposas,
la delicada tenencia del rocío.
Mi voz está vestida de pájaros,
hay un rumor en tu silueta que siempre busca
asilo en mi garganta,
como si el silencio pegara saltos de alba en alba,
como si nacer fuese un agujero y un encuentro
de dos manos,
quiero ser viento por un momento breve en mi vida,
quiero mis ojos abiertos y ver rimas por doquier,
nombrando lo que no existe,
brillando entre las piedras,
versos de verde amor llenos de rostros,
poesía, sentada en el umbral de la mirada.
Poesíame,
que el poema que no escribo sea el que debo,
que mis miedos se muestren camino,
que los espejos un extraño,
que peldaño a peldaño pueda yo escaparme de las horas,
para hablar lejano,
para ir transparente por los hilos de la vida,
para en la memoria de aquí,
en las cenizas de allá, pueda yo concluir en que todo
consiste en estar de pie frente a una rosa,
y dejarse caer, ingénuo,
y dejarse caer, poesía inocente cual si no pasara nada.
Dentro de mí están tatuados los ecos de tus latidos,
estoy expuesto a ti,
tú corres la distancia que se abre entre el nombrarte
y la mano que te busca,
¡poesíame!,
el aire arroja las cadenas pero no las llaves,
a ti TE AMO si te atreves,
mi vida es un contínuo sin ser demasiado tarde,
¡poesíame!
T de S
MRGC
Namaste