o estés desnuda.
Estés de cuarto en cuarto,
creciente o menguante.
O decidas sorprenderme a media tarde
transparente y difusa a plena luz de día.
Se que seguiré eclipsado sin eclipse,
por tu presencia o por tu ausencia.
Seguiré hechizado por tu efímero amor sublime,
y anonadado de incertidumbre
por tu presencia o por tu ausencia.
No nací sol no nací estrella
ni universo ni vía láctea
solo nací lejos de ti.
Suelo aullar te algunas noches
cuando mi alma de lobo
logra salir del disfraz de cordero.
Nadie ve en mi ojos,
lo que veo cuando te miro.
Este preludio de Amor en aullidos
no es mas que tuyo
ni mas que mio.