Desnuda me siento.
Soy brisa que arrastra
las hojas secas de otoño.
Extraviada en el tiempo,
mis ojos no ven nada…
Sólo tengo un deseo:
encontrarte.
Las noches serán hermosas,
iluminadas de estrellas,
de tu cariño y tus mimos.
Como joyas invaluables
brillarán más que la Luna,
vestida de esmeraldas y luceros.
Te buscaré entre mis sueños…
Mis ojos anhelantes
irán tras el murmullo
de tu agitado corazón
y bailaré entre sábanas blancas,
deseando amarte
hasta el amanecer…
porque te habré encontrado.