Yo te había percibido y no me interesabas,
te había oído y no te miraba.
Eres una parte de mí que no había muerto
que tan sólo yacía en el sofá o en un rincón
esa niña juguetona, a veces terca
que había ignorado por tanto tiempo
y que lloraba por atención,
acuclillada para que nadie la lastime.
Te visité, te abracé y te besé,
y te dije que no ibas a estar sola,
te quité de los hombros la culpa,
y pude comprender que es tiempo
de recompensarte por la espera
niña dulce y a veces ocurrente
incansable y también charlatana,
no cesas de hacer travesuras
y tampoco de ser tan curiosa.
Vine a hacer contigo las paces
a sacarte a pasear por el parque,
a llevarte a ver a Juan Luis Guerra
a cuidar de ti apropiadamente,
a nunca más olvidarte para que
no sigas huyendo más de la vida.
Ven, te invito el helado que te encanta
ese del vasito de ron pasas.
Ya no llores por el pasado
porque ya se desvaneció niñita,
hay en el presente razones
para abrir nuevos caminos,
la misión que debemos cumplir
para luego poder despedirnos.
- Mis Sentimientos