Como los pájaros vuelan,
como las palabras se las lleva el viento,
tú, amor,
así te fuiste tú.
Sin previo aviso,
me dijiste adiós,
diste media vuelta
y te alejaste.
Te fuiste
sin mirar atrás,
allá no sé donde,
donde Dios te llevase.
No sé si fue impulso
o de verdad te guió el corazón,
solo sé que cogiste otra rosa del camino,
y con sus pinchos terminaste de arañarme el corazón.
Siete espadas
llevo clavadas
en lo más profundo
de mi alma.
Mi madre suele decirme
que tengo similitud con la Dolorosa,
pues tantas lágrimas tengo en mi rostro
como ella en el suyo.
Allí donde nadie mira,
derramo mis lágrimas,
aquí donde todo el mundo ve
tengo una sonrisa.