Rocas horadadas de silencio
de vacío estelar
de ausencias hipócritas
de manos atadas
de hombros fracturados
y de miembros mutilados
No se camina, se grita
no se dice nada que roce la verdad
la mudez encandila al paisano
como el farol al conejo
años de quietud
siglos pétreos
sin avances
sin retrocesos
sin cambios
Un día igual al otro
todos vestidos del mismo color
del mismo olor
olor a injusticia
color a negro de funeral
caminante deja de lado las muletas
levántate de tu silla de ruedas
enarbola banderas
lucha por la justicia
es tu don
tu regalo
tu Gracia
¡Pelea!
ella es tuya
como la generosidad
que brota a raudales
de geiser escondidos
es exclusivamente de Dios
siéntete afortunado de ser el animal
predilecto del maestro
No lo decepciones
Sólo aprende
conoce sus derechos
encapucha tu rostro
y
pinta poesía con claveles blancos
en calles teñidas de rojo.
(Libro “Ecos errantes”,autora Lorena Rioseco, Editorial Orlando, 2015)